Respiración abdominal

Respira hondo...

Ahora coloca una mano en el pecho y la otra sobre el ombligo y...

...vuelve a respirar hondo...

Qué se ha movido, el pecho o el ombligo?

Si has contestado el pecho, no has respirado hondo en absoluto.

Para hacer una respiración profunda el diafragma debe bajar para que los pulmones puedan llenarse completamente. Al bajar el diafragma, la sensación es de que la barriga se infla. Cuando lo que notamos que se infla es el pecho, lo que estamos haciendo es subir el diafragma, que comprime la parte baja de los pulmones y no los deja llenar  prácticamente ni la mitad de su capacidad, con lo que nos oxigenaremos menos.

Para saber lo que es una respiración óptima, sólo tenemos que fijarnos en cómo respiran los bebés, cómo inflan y desinflan la barriguita.

Todos hemos respirado así, pero en cuanto empieza a predominar la mente, la respiración asciende por que debe alimentarla. Cuanto más alta sea la respiración, más pensamientos tendremos, más difícil será desconectar de ellos, más nerviosismo al vernos incapaces de controlar lo que pensamos...Pero si, por el contrario, la hacemos descender, le mente se calmará por sí sola.

Otro de los beneficios que obtendremos es el masaje interno que haremos a los órganos.

La respiración es una función corporal que tanto puede ser involuntaria, ya que sucede por sí misma aunque estemos dormidos, como totalmente controlada por nosotros. Eso sí, con un poco de práctica.

Hay varias maneras de aprender (o recordar) cómo respirar abdominalmente.

Una de ellas es estirarse cómodamente y colocar las manos sobre el ombligo. Respirar tranquilamente notando cómo sube y baja la barriga. Al principio puede resultar un poco forzado, ya que el diafragma es un músculo y, si no está acostumbrado a trabajar de una manera determinada, lo notará.

Otra manera es, en cualquier posición, coger aire de forma natural y dejarlo ir completamente. Hay que centrarse sólo en dejar ir todo el aire. Cuando ya no quede nada, de forma involuntaria los pulmones se llenan completamente y la respiración abdominal ocurre por sí misma.

Hay que tener en cuenta que la respiración no debe forzarse nunca. Lo más probable es que el primer día que lo intentemos no lo consigamos, pero el hecho de ser conscientes de la manera como respiramos ya es un gran paso. Poco a poco, como cualquier otro músculo que necesita ejercitarse, irá aprendiendo a descender y empezaremos a notar sus beneficios.

Con el tiempo aprenderemos a discernir cuándo debemos "controlar" la respiración abdominal o cuándo debemos dejar que sea alta o superficial, entre otras cosas por que lo más probable es que no consigamos bajarla y sólo consigamos estresarnos.
Por ejemplo, frente a una crisis por una exposición a algún tóxico,  a mí se me bloquea el diafragma y me resulta imposible realizar la respiración abdominal a pesar de los años que hace que la practico y que para mí es completamente natural (siempre respiro así). Cuando notas que te falta el aire, la primera reacción es de estrés, por lo que lo ideal sería bajar la respiración, pero por otro lado, al estar intoxicándote, al cerebro le falta oxígeno, por lo que el cuerpo reacciona subiendo la respiración para oxigenarlo. En este caso es inútil intentar bajarla además de contraproducente.

Por otro lado, si lo que tenemos es insomnio, nerviosismo, estrés o incluso dolor corporal, sí podemos practicarla tal como he explicado anteriormente.

Siempre recomiendo que se empiece a "recordar" cuando nos encontremos bien, para que cuando la necesitemos ya tengamos un poco de práctica y nos resulte más fácil.

Sobra decir que el entorno debe ser lo más libre de tóxicos posible, ya que el aire que aspiremos llegará hasta lo más profundo de nuestras células. Es por esta razón que en las clases donde se practica este tipo de respiración (Yoga, Tai Chi, Qi Gong, etc,) debería practicarse un mínimo de control ambiental y las personas asistentes no deberían usar ningún tipo de fragancia, ya que se están perjudicando a sí mismas y a quien tengan a su alrededor.

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