jueves, 27 de marzo de 2014

Protección electromagnética


Hace un tiempo escribí una entrada sobre las piedras que supuestamente protegían de las radiaciones. Yo las sigo teniendo en la habitación donde paso más tiempo, sobretodo turmalina negra, pero hay que tener muy claro que con eso solo no nos protegemos nada. La única protección posible es la evitación.

En esa misma entrada dije lo poco electrosensible que era. Por desgracia, la cosa ha ido a más, aunque así y todo, para nada padezco una electrohipersensibilidad, a la cual espero no llegar.

En mi caso lo que más me afecta es el wifi y los teléfonos móviles. Eso quiere decir que en casa no usamos wifi y que mi móvil está siempre apagado a no ser que lo necesite para una urgencia.

Como siempre digo, lo que a mí y a los que padecemos un Síndrome de Sensibilización Central (SSC) nos afecta, afecta a todos. La única diferencia es que nosotros los sabemos por que nuestro cuerpo reacciona al momento y tenemos una causa-efecto inmediata de lo que nos enferma, mientras que otra persona con una predisposición a otras enfermedades, enfermará pero posiblemente ni ella ni los médicos sabrán por qué. Ejemplos de otras enfermedades ambientales son muchos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas, autoinmunes o incluso infertilidad, depresión o insomnio crónico.

Siempre hemos estado rodeados de radiación electromagnética. Existe en la naturaleza. La tierra la emana y el sol nos la envía. Pero nuestros cuerpos pueden tolerarla perfectamente. El problema es que a la que ya de por sí tenemos le hemos añadido una brutalidad artificialmente. Vivimos rodeados de antenas, de torres de alta tensión, de cables eléctricos, electrodomésticos, móviles, wifi...24 horas al día, 365 días al año durante años y años...

Y no, los afectados no somos anti-tecnología. Al contrario, la necesitamos para poder relacionarnos, ya que vivimos prácticamente encerrados. Pero se pueden hacer las cosas mejor de lo que se están haciendo.

Como pasa con los químicos, en la época en la que nos ha tocado vivir es imposible evitarlo todo, pero siempre podemos poner nuestro granito de arena y hacer todo lo posible dentro de nuestra casa.


QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITAR EXPONERNOS

-Si utilizamos un portátil, desconectar el wifi, tanto del router como del ordenador y utilizar un cable Ethernet.

-No conectarse mientras se esté cargando la batería.

-Si es un ordenador de torre, no estar cerca ni de la torre ni del router.

-Apagar el móvil cuando no se usa.

-No dormir nunca con el móvil en la habitación.

-Hablar con el manos libres o con auriculares.

-No usarlo cuando hay poca cobertura, en sitios cerrados como ascensores, o en movimiento como dentro del coche, trenes, etc.

-No usar el teléfono inalámbrico. Siempre de cable y cuanto más antiguo, mejor.

-En el dormitorio no tener nada enchufado, ni siquiera una lamparilla y mucho menos un radio-despertador. Cuando dormimos es cuando somos más vulnerables.

-Si es posible por el espacio, separar la cama un metro o más de la pared para evitar los cables que pasen por ella.

-Desconectar los aparatos eléctricos cuando no se usen. En casa, lo único permanentemente enchufado es la nevera y la caldera. El resto está en una regleta con interruptor para apagar todo completamente.

-Y sobretodo, negarnos rotundamente a que nos coloquen los contadores inteligentes que ya se están instalando por toda España, por que de ellos sí que no hay manera humana de protegerse.

Todos estos consejos son lo más básico para hacer una evitación saludable y que se pueden llevar a la práctica fácilmente.


Si sentimos que estamos muy cargados de electricidad, podemos hacer alguna de estas cosas:

-Caminar descalzos sobre la hierba, la tierra o baldosas.

-Poner las manos bajo el agua corriente del grifo durante un par de minutos.

-Abrazar un árbol (mi favorita)


Como digo, estos consejos son muy básicos. Una persona electrohipersensible necesita muchísimos más cambios y mucho más drásticos, ya que no le afecta solo lo de casa si no lo de todas las casas que le rodean. Por que de los químicos, te encierras en una habitación con el purificador y la mascarilla y estás protegido pero, quién detiene las ondas?

Aquí enlazo algunas webs de interés con más información sobre el tema:

PECCEM. Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética.

EDS. Electrosensibles por el Derecho a la Salud.

ELECTROSENSIBILIDAD.

SOS EHS. TODOS SOMOS ELECTROSENSIBLES. Documental.

CONTADORES INTELIGENTES. Carta informativa para comunidades de vecinos sobre los nuevos contadores.












jueves, 27 de febrero de 2014

Máscaras



Estamos en época de carnaval y esta entrada va de máscaras, por eso voy a enseñaros las mías, pero no las que pueda usar para estas fechas, bonitas, alegres, coloridas, si no las que tengo que utilizar durante todo el año si quiero salir a la calle.
Algunas personas me han preguntado sobre qué mascarillas van mejor o peor y por eso creo que me faltaba una entrada sobre el tema. Hay muchas en el mercado y a cada cual le irá mejor una u otra, yo solamente comparto las que he utilizado y, por lo tanto, de lo que puedo opinar, siempre desde mi punto de vista personal.

La primera que usé, con la que sudé la gota gorda por la vergüenza que me daba salir a la calle con ella, fue una 9926 de 3M. Creo que es la que usamos la mayoría de los afectados cuando empezamos, aunque los que tenemos SQM en grados elevados no podemos usarla demasiado tiempo si no nos ponemos 2 o 3 juntas ya que filtran muy poco. Duran unas pocas horas de uso y no son demasiado baratas, por lo que, por lo menos a mí, no me salían demasiado a cuenta. Es una mascarilla cómoda, ligera y no exageradamente llamativa, pero, como digo, a la que empecé a desenmascarar, era como no llevar nada.


Así que al par de meses de usarla tuve que buscar una alternativa y probé la mascarilla de algodón orgánico de Pure Nature. Muchos afectados la encuentran incómoda o que no les protege lo suficiente. A mí es la que más me gusta y es la que uso actualmente. Quizás por que soy menuda, me tapa bien y si está correctamente colocada me protege adecuadamente. Es cara la primera vez que la compras pero después solo hay que comprar el filtro que dura entre 1 y 4 meses, dependiendo del uso que se le de. La mascarilla la lavo a mano y dura muchísimo. La mía ya tiene 2 años y no he tenido que cambiarle más que las gomas. Además, las tienen de varios colores.


El filtro de carbón activo que lleva (el carbón activo es lo que nos filtra los tóxicos) es muy grueso y, como digo, protege bastante.


Aún así, esta mascarilla es para lugares moderadamente tóxicos o para el aire libre. Nunca, absolutamente nunca, puedo salir de casa sin ella. Tengo la suerte de permitirme no ponérmela por algunas pocas calles de donde vivo, las poco transitadas, pero siempre la llevo colgada del cuello y tengo que ponérmela si pasan 3 coches a la vez o me cruzo con alguna persona perfumada.
Aunque no me protege nada en lugares extremadamente tóxicos como ambulatorios, hospitales o cualquier lugar cerrado con mucha gente o en grandes ciudades aunque sea al aire libre.

Por lo que tuve que buscar protección para poder ir a estos sitios cuando no había más remedio, claro está.

A estas máscaras los afectados solemos llamarlas respiradores, supongo que para diferenciarlas de las mascarillas pequeñas. Son imprescindibles para los afectados graves pero también son las que nos dan más problemas, básicamente por que no hay nada adecuado a nosotros, son máscaras de protección laboral de venta en ferreterías, por lo que muchas veces no toleramos el material del que están hechas, que suelen ser plásticos y siliconas. Esta mía es de un material que sí suele ser bien tolerado llamado termo plástico elastomero (parece ser que es del que se hacen las prótesis). Pongo el modelo por si alguien necesita probarla.

Es una Moldex 8000 con un filtro para gases 8900 y un filtro para partículas 8940P100.


Se compra entera al principio y después sólo los filtros que pueden durar hasta 6 meses. A mí no me dio problemas el olor a nuevo, pero se puede poner a remojar unos días con agua y bicarbonato para quitarle el olor o si se ha impregnado de la tienda (Sin los filtros!).

Protege muchísimo. Con ella no se huele nada de nada. Lo cual no me libra de una crisis ya que los lugares donde la uso son muy tóxicos para mí, pero si con la de algodón me supondría una crisis instantánea nada más entrar, con esta puedo estar el tiempo necesario moderadamente bien, sabiendo que, a más tiempo, más días mal después (sí, sí, días)

Para mí es una tortura. No es nada cómodo. Por comentarios de otros afectados, ningún respirador lo es. Aunque no es de los más pesados (algo más de 300 gr) cuando llevas un rato con él, pesa. Y teniendo en cuenta que ya de normal nos duele todo, terminas con la cara fatal. Pero compensa la protección.

Como veis, al final la salud es lo más importante. Al principio me moría de vergüenza con la mascarilla pequeñita y discreta y ahora no me importa ir con el respirador cuando es necesario. Si leéis esto y estáis empezando con la SQM debéis tenerlo muy presente. No os importe lo que diga la gente ni que os miren. Ellos no van a pasar las crisis por vosotros.


Para terminar me gustaría aclarar algunas cosas que la gente sana no tiene en cuenta cuando nos ven por la calle, por puro desconocimiento, por supuesto, pero que creo que debe saberse.

-El hecho de que llevemos la mascarilla puesta no significa que podamos estar demasiado tiempo en el lugar donde estamos. La mascarilla nos protege un tiempo limitado respiratoriamente hablando, pero estamos absorbiendo tóxicos por los ojos y por la piel.

-Si hace tiempo que no te veo me alegrará mucho verte, pero no podré hablar demasiado contigo; hablar con la mascarilla es agotador. Ya tengo Síndrome de Fatiga Crónica y la mascarilla limita la entrada de aire por lo que me cansaré el doble. Si además es un sitio muy concurrido, tengo el tiempo muy limitado (unos 20 minutos) que debo aprovechar para hacer lo que había ido a hacer (una compra, una visita médica...) por lo que si quieres que hablemos bien, mejor lo hacemos por teléfono.

Aclaro que cuando me ves por la calle es por que no he tenido más remedio que salir. Ya no me verás "de paseo", por lo que aligero lo más que puedo.


Espero que esta entrada os sirva de ayuda, aunque más espero que nunca tengáis que utilizar ninguna de ellas.